Hace un tiempo que no publico en este blog, unas veces por falta de tiempo, otras porque no todos los temas te motivan, pero hoy escribo indignado ante el tratamiento increíble, a mi parecer, que el PP ha dado al tema de los controladores.
Unos señores privilegiados que cobran sueldos exagerados, amparados en un control férreo de las nuevas entradas y en el chantaje, dada su posibilidad de paralización de la actividad aérea en el país.
Parece difícil de explicar, pero los políticos uno detrás de otro, fueron pasando por el ministerio y mirando para otro lado ¿para qué se iban a buscar problemas? al fin y al cabo pagábamos todos los españoles.
Los controladores, acostumbrados a hacer lo que les venia en gana, organizan la paralización del trafico aéreo, no mediante una huelga que es el método legalmente establecido por la normativa vigente, sino mediante el indecente método de simular bajas laborales premeditadas.
Su capacidad de chantaje es importante, amparados por un sindicato que yo mas bien llamaría gremio o asociación mafiosa pues tengo en mucha valoración el término sindicato. Todo por defender sus sueldos estratosféricos y sus condiciones de trabajo leoninas.
Nada justifica estos elevadísimos salarios, ni los estudios ni las dificultades del trabajo, solo el chantaje y la escasez de nuevos controladores ya que ellos mismos controlaban el acceso. Llevado esto al extremo de que el precio por avión controlado en España es tres veces superior a la mayoría de países de Europa.
Uno de los principales culpables de esta situación vergonzosa fue Álvarez Cascos, pues durante su etapa al frente del ministerio se concedieron muchas de las ventajas increíbles que el colectivo de controladores tenía. Esto el ministro de la derecha, los de la mano dura y el orden a los que parece que el ciudadano debe votar para las situaciones difíciles.
Ante el paro salvaje y sin avisar, el ministro Blanco, toma una dura determinación para defender los intereses generales. El estado de alarma y la militarización del colectivo de controladores. Es una medida efectiva, que logra acabar con el paro y regulada en nuestro ordenamiento jurídico para causas de fuerza mayor, como claramente es esta.El gobierno, muchas veces tildado desde las filas del PP como débil, demuestra dureza y determinación y logra acabar con el paro.
La actitud del PP de acoso y derribo del ejecutivo sigue en este tema de forma ciega el principio de ataque constante y llega al ridículo de ponerse prácticamente del lado de los chantajistas.
Las tertulias de la caverna mediática, muchas veces defienden a los controladores con tal de atacar al gobierno, llegando al extremo de que un periódico conservador publica hoy en portada que todo ha sido una estratagema del gobierno, patético sino fuera ridículo.
Estos señores de la derecha que pedían mano dura y hablaban de debilidad ahora critican las medidas contundentes.
Un partido como el PP debería saber que no todo sirve para llegar al gobierno. No hablaré de razón de estado pues no la conocen, ni tampoco de patriotismo con el que se le llena la boca. Son capaces de defender a unos impresentables que han jugado con los intereses de este país por mantener unos privilegios.
El PP sabrá los beneficios que le puede dar su estrategia de leña y ataque constante.
Creo que el fin de la oposición debe ser el control de la labor del gobierno, pero también creo que cualquier acción de la vida y la política debe estar presidida por la ética y por el sentido común.
Desde luego esa agrupación corporativa que se hace llamar sindicato de controladores les debe un gran favor.
Unos señores privilegiados que cobran sueldos exagerados, amparados en un control férreo de las nuevas entradas y en el chantaje, dada su posibilidad de paralización de la actividad aérea en el país.
Parece difícil de explicar, pero los políticos uno detrás de otro, fueron pasando por el ministerio y mirando para otro lado ¿para qué se iban a buscar problemas? al fin y al cabo pagábamos todos los españoles.
Los controladores, acostumbrados a hacer lo que les venia en gana, organizan la paralización del trafico aéreo, no mediante una huelga que es el método legalmente establecido por la normativa vigente, sino mediante el indecente método de simular bajas laborales premeditadas.
Su capacidad de chantaje es importante, amparados por un sindicato que yo mas bien llamaría gremio o asociación mafiosa pues tengo en mucha valoración el término sindicato. Todo por defender sus sueldos estratosféricos y sus condiciones de trabajo leoninas.
Nada justifica estos elevadísimos salarios, ni los estudios ni las dificultades del trabajo, solo el chantaje y la escasez de nuevos controladores ya que ellos mismos controlaban el acceso. Llevado esto al extremo de que el precio por avión controlado en España es tres veces superior a la mayoría de países de Europa.
Uno de los principales culpables de esta situación vergonzosa fue Álvarez Cascos, pues durante su etapa al frente del ministerio se concedieron muchas de las ventajas increíbles que el colectivo de controladores tenía. Esto el ministro de la derecha, los de la mano dura y el orden a los que parece que el ciudadano debe votar para las situaciones difíciles.
Ante el paro salvaje y sin avisar, el ministro Blanco, toma una dura determinación para defender los intereses generales. El estado de alarma y la militarización del colectivo de controladores. Es una medida efectiva, que logra acabar con el paro y regulada en nuestro ordenamiento jurídico para causas de fuerza mayor, como claramente es esta.El gobierno, muchas veces tildado desde las filas del PP como débil, demuestra dureza y determinación y logra acabar con el paro.
La actitud del PP de acoso y derribo del ejecutivo sigue en este tema de forma ciega el principio de ataque constante y llega al ridículo de ponerse prácticamente del lado de los chantajistas.
Las tertulias de la caverna mediática, muchas veces defienden a los controladores con tal de atacar al gobierno, llegando al extremo de que un periódico conservador publica hoy en portada que todo ha sido una estratagema del gobierno, patético sino fuera ridículo.
Estos señores de la derecha que pedían mano dura y hablaban de debilidad ahora critican las medidas contundentes.
Un partido como el PP debería saber que no todo sirve para llegar al gobierno. No hablaré de razón de estado pues no la conocen, ni tampoco de patriotismo con el que se le llena la boca. Son capaces de defender a unos impresentables que han jugado con los intereses de este país por mantener unos privilegios.
El PP sabrá los beneficios que le puede dar su estrategia de leña y ataque constante.
Creo que el fin de la oposición debe ser el control de la labor del gobierno, pero también creo que cualquier acción de la vida y la política debe estar presidida por la ética y por el sentido común.
Desde luego esa agrupación corporativa que se hace llamar sindicato de controladores les debe un gran favor.