De todos es sabido que existe un desinterés general por la política, sobre todo entre la juventud, esto se refleja de forma bastante clara en el aumento de la abstención en las diferentes elecciones, y creo que también, en la relativamente baja afiliación existente en los partidos políticos.
El motivo de esto es abundantemente estudiado, sobre todo en épocas postelectorales. Creo que el tema es de vital importancia para la salud democrática y debe ser debatido en profundidad, especialmente en épocas no electorales. No se trata de hacer un análisis sesudo y extenso de las causas, que existen muchos, sino simplemente intentar debatir sobre el porque de esta cuestión.
Los motivos del desapego hacia la política, a mi entender, son de variada índole. Una parte de la sociedad percibe que no existen grandes diferencias entre las formas de gobernar de los diferentes partidos, se tiene la sensación de que más o menos todos son iguales. Por otro lado muchos votantes ven con desconfianza la acción política. Acción que se percibe en muchos casos como un intento de aprovechar la política para el ascenso personal y no al revés. Creo que estos dos motivos son los principales de la baja participación en algunas elecciones, aunque pueden haber otros de menor importancia, como el cansancio electoral, o a veces, una confusión de parte del electorado en la ubicación de su opción política, sobre todo cuando se entrecruzan el eje derecha izquierda con el nacionalista, motivos estos últimos de menor índole, y menos preocupantes que los primeros.
Parece obvio y manido que existe un rechazo de parte de los votantes hacia la clase política, “son todos iguales, solo vienen a llenarse los bolsillos” es fácil constatar el hecho, pero ¿como intentar cambiarlo? Aquí viene la dificultad. Por supuesto no existen varitas mágicas el tema es complejo y por ende sus soluciones también. Seria quizás pedir demasiado que poco a poco, en este blog fuéramos aportando posibles soluciones para el divorcio política y sociedad. Mientras tanto, podemos ir trabajando la afiliación a los partidos, explicando las acciones políticas y haciendo ver que no todos son iguales, que existen formas diferentes de gobernar, y que el manejo del gasto público es vital para la redistribución de la riqueza.
El principio mas importante, a mi parecer, para ir recobrando un nivel de participación alto en las elecciones es conseguir que el ciudadano recobre la confianza en la clase política y por otro lado, luchar contra la indiferencia de " es igual el que gane, de todas formas nada cambiara”, esta opinión, debe ser combatida con el discurso de las ideas. Desde la acción política local estamos en primera línea para explicar que no es lo mismo una inversión que otra, y saber explicar las prioridades del gasto público.
El plan Zapatero de inversión pública en los ayuntamientos o el plan E, nos dan la posibilidad de explicar a la sociedad que existen diferentes formas de salir de la crisis y que una de ellas es priorizando el gasto público, el trabajo de cada militante es primordial para dar a conocer que este plan es producto de un gobierno progresista, y desde luego no se aplicaría de igual manera desde un gobierno conservador que priorizara la contención del gasto para salir de la crisis.
En la política local la cercanía al ciudadano nos da una oportunidad única para cambiar la mala imagen del político, se debe estar cercano a cualquier manifestación social o cultural de la ciudad pero no como mero espectador, el partido debe estar presente en cada acto realizado en la ciudad de forma activa y aportando ideas en asociaciones de vecinos, culturales, sociales etc.
Debemos comenzar a debatir ya, sobre las causas de la desconfianza de parte de la ciudadanía hacia la política y las estrategias que se deben utilizar para recuperarla. Me gustaría que este blog sirviera para poner un granito de arena sobre el tema.