Comprendo que el tema puede cansar a muchas personas, pero la profundidad de la crisis actual, sus peculiaridades y sobre todo la oportunidad de comenzar una nueva época, hacen a mi parecer, el tema, no por manido, menos interesante.
Las respuestas desde la izquierda existen, a pesar de estar tapadas por unos años en los cuales parecía que el liberalismo económico era la única forma de manejar los asuntos públicos. Como dije en otros de mis escritos era el fin de la historia, la victoria de la escuela de Chicago, menos estado, menos intervención pública era igual a crecimiento económico. Con este sistema se fueron acumulando grandes riquezas y crecieron las desigualdades sociales. El capitalismo financiero especulativo sin base productiva, nos llevó hasta un colapso de la economía.
Pues bien, en la escola d’hivern hemos visto que son posibles las políticas económicas de izquierda y no solo eso, sino que es posible un nuevo sistema económico o paradigma con más intervención estatal, que iguale en lo posible las diferencias de clase.
Para instaurar este nuevo sistema mas justo, que intente evitar las desigualdades sociales, los socialdemócratas estamos en primera línea, pues siempre creímos en la intervención estatal en la economía capitalista.
Es el tiempo de ser audaces con las políticas publicas de empleo y con los planes de protección social, para evitar que la crisis la paguen los de siempre.
El lector puede pensar que esto es la cuadratura del círculo. Creo que es totalmente posible, en un primer momento se generará déficit , que seria sufragado con un aumento de impuestos directos, si directos , esos que nadie quiere por que son impopulares y difíciles de controlar, pero que son los únicos que realmente distribuyen la riqueza. En contra de los indirectos, absolutamente injustos para los obreros que pagan lo mismo por lo bienes que las clases pudientes. Todo esto lleva muchos años inventado, la particularidad es que ahora la situación económica lo hace no solo posible, sino necesario.
Las reformas en el control del sistema financiero deben ser importantes, lo suficiente para poner al poder político por encima del económico. Desde el mundo sindical y de izquierdas debemos estar atentos, pues estas reformas deben ser duraderas. De ninguna manera, una intervención en el sistema con gran cantidad de dinero público debe servir, como esperan muchos liberales, para que una vez arreglado el desaguisado, todo vuelva la mismo sitio, hasta que la avaricia y el afán de riqueza, vuelvan a provocar otra burbuja y la volvamos a pagar todos.
Creo, que esta nueva realidad económica es posible con una generación de riqueza más controlada, pero no solo eso, sino que es totalmente inevitable el control del sistema. No solo por el desaguisado producido por la avaricia de la acumulación de riqueza sin fin, sino que además este sistema tiene como limite la ecología y la propia supervivencia de la humanidad con la constante utilización y agotamiento de recursos naturales.