lunes, 23 de febrero de 2009

civismo


Hoy por diversos motivos después de un paseo por mi ciudad, he ido reflexionando sobre el tema del fin de la humanidad. Sobre la catástrofe ecológica final, que según algunos, vendrá  por una crisis demográfica, para una humanidad que crece mas rápidamente que los recursos, según otros por una catástrofe producto de una naturaleza enrarecida por la acción del hombre, otros por una guerra nuclear y no falta  quien opina  que por algún meteorito  fuera de orbita. Tras mi paseo por Rubí, creo que el fin del mundo esta cercano y no por ninguna de estas causas. La humanidad  esta en peligro de extinción enterrada en mierda de perro, es increíble, no se puede dar un paso sin pisar una mierda. El dicho popular que decía que pisar una mierda era signo de buena suerte esta totalmente superado, ha muerto de éxito, todo el mundo  tendría que tener buena suerte.

Hablando un poco más en serio, creo que el tema es primordial para demostrar  la acción de gobierno. No debemos confundirnos gobernar a gusto de todos es imposible y existen unas normas básicas de convivencia que deben  ser respetadas. Hoy en día, nadie (o casi nadie) aparca en los pasos de cebra. Creo que no es porque los ciudadanos que llevan coche se hayan vuelto de golpe, solidarios con los peatones, sino porque en estas zonas es donde se sabe seguro que te multan.  Es así de fácil y de duro, las medidas coercitivas son necesarias  para que la mayoría pueda vivir en sociedad.

A mi parecer el tema de los perros no se aborda desde el poder político con la contundencia que se debiera. Por un lado se deben  realizar campañas  informativas  a los ciudadanos sobre la problemática, en Rubí tenemos los agentes cívicos. Esta campaña  debe de ir acompañada de  la instalación de  algunos pipicanes, cuyo uso y limpieza se sufragaría con el impuesto de tenencia de perros . Por otro lado se debe explicar la obligatoriedad de cumplir la ley en cuanto al  paseo de animales con cadena y el uso de bozal en animales peligrosos. Pero desde luego estoy absolutamente convencido que ninguna de estas medidas será efectiva si no va   acompañada  de medidas coercitivas como son las multas. No alcanzo a entender como ves personas con perros que hacen sus necesidades en cualquier sitio, demostrando un desprecio absoluto por sus conciudadanos.

Espero que la tan discutida asignatura de educación para la ciudadanía, sirva para que las sanciones, en breve plazo de tiempo  dejen de ser necesarias.

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